Paco Cabrera
20/12/2023
Venganza dialéctica. Palabra del Mesías. Viera I, el despechado. El gran emblema de este siglo de la UD Las Palmas, Jonathan Viera Ramos, vació ayer su taquilla de Barranco Seco y arremetió contra Xavi García Pimienta. Criticó la falta de tacto del míster e hizo público que desconocía el motivo por el que el preparador barcelonés le retiró la palabra. Desde el pasado 8 de octubre, el genio de La Feria dejó de jugar y comenzar el serial del silencio que cuenta con 73 días de duración. Ayer, quedó cerrado por parte del jugador de mayor calado con la grada. Dos ascensos y sexto máximo realizador histórico. Por su parte, los amarillos juegan esta noche, sin Kirian ni Moleiro, ante el Athletic en La Catedral. La vida sigue.
"Firmé cinco años y dos opcionales [en agosto de 2021 y hasta 2028] y mi idea era seguir aquí. Esto es fútbol, la vida; lo que tenía que decir al presi se lo dije y llegamos a un acuerdo. Amamos a este club, lo mejor era que diese un paso al costado. En esta ocasión, fui la rama más floja», detalló Viera, dejando una de sus frases mágicas.
Lamenta que las intentonas de Ramírez no prosperasen. No hubo espacio para la paz entre Viera y Pimienta. «Ya no se podía intentar, el presi quería que cobrase todo el contrato (...) Si me lo paga todo, la UD no ficharía a nadie en tres años (...) En un momento de rabia, si esto fuese hace un mes y medio, sería más jodido. Mi familia está mejor y me estoy conteniendo».
Sobre la razón del distanciamiento con Pimienta, para Viera fue la falta de tacto. «Yo si sé el problema que tengo con el entrenador, cuando quiera lo explico. Pero no sé qué problema tiene conmigo, no me lo ha dicho (...) Tuve un problema personal muy grave, y si hay alguien que ha sido justo y valiente en los peores momentos del entrenador fui yo. He dado siempre la cara en sus momentos de bajón [evitó en dos ocasiones el despido del barcelonés] . Y en el momento de bajón que tuve [la operación de su mujer de un cáncer], lo único que deseaba era que se acercara y me dijese: ‘oye espero que esté bien tu mujer’. Que si juego más o menos...Eso lo asumo, pero si yo coño estuve con él, me faltó el ‘estamos contigo’ en ese instante tan delicado para mí».
Sobre si cometió algún acto de indisciplina grave en el Estadio de La Cerámica (8 de octubre), lo desmiente de forma categórica. «No pasó nada, no hubo puñetazos, patadas...Fue el día que más tranquilo estuve. Es más, hubo días peores. Pero no hubo peleas. Jugué de suplente, ganamos y yo tenía un problema personal con mi mujer. Viajé para ayudar al club y vi el panorama (...) Ganamos y me fui a mi casa», relata el ‘21’.
Es un adiós triste y lejos de los terrenos. Sin el calor de la grada y con Pimienta presente en la sala. Viera ya avanzó que quería ser entrenador y ayer lo recalcó. Pero todavía le queda fútbol, tampoco descartó regresar al Gran Canaria como enemigo. Larga vida al Mesías, historia viva de la UD. El trabajo de Pimienta y lo confirman los resultados resulta impecable. Faltó el abrazo, el hueco para el perdón. Un espacio para la comprensión y la empatía. Falta la versión del entrenador, que hoy reta a Valverde en La Catedral.