Paco Cabrera
06/12/2024
Un comportamiento antinatura. Pero igual de bello -el cuadro isleño está dos puntos por encima del descenso-. La mayestática victoria de la UD Las Palmas en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante el FC Barcelona de los mil millones (1-2) deja un reparto histórico del botín pío pío. De los 15 puntos que lucen en el casillero tras quince jornadas en Primera División, nueve han sido sumados lejos de la Isla -ante Valencia (2-3), Rayo Vallecano (1-3) y el gigante azulgrana (1-2)-.
El resto, seis, llegaron gracias al triunfo ante el Girona en Siete Palmas y los empates ante el Sevilla (2-2), Real Madrid (1-1) y Real Betis Balompié (1-1). Es la primera ocasión que en la jornada 15 del campeonato, la UD 'rasca' más de visitante -ver el cuadro en el margen inferior con el reparto de las conquistas tras las primeras contiendas en sus 36 participaciones-.
El Valladolid, colista, visita el partenón de Siete Palmas el sábado y desde las 13.00 horas. Es el primero de los seis rivales directos por la salvación que deben desfilar por el Gran Canaria. Luego vendrán el antepenúltimo RCD Espanyol (22 de diciembre), el 17º en la tabla como el Getafe (12 de enero), el 16ª Deportivo Alavés (16 de marzo), el penúltimo Valencia CF (4 de mayo) y el 15º en la tabla como el CD Leganés (18 de mayo). A la suma de registros históricos de Martínez, como fue batir al Barça 53 años después en su feudo en Liga, cabe sumar ahora equilibrar los guarismos de local y visitante. El aterrizaje del preparador gallego ha sido una bendición. Lleva cuatro victorias y dos derrotas en sus seis contiendas ligueras. A ese 'doce puntos de 18', cabe sumar la eliminación del Ontiñena (0-7) de la Preferente y el Europa de Segunda RFEF en la Copa del Rey (1-2).
Con Martínez, ocho partidos y seis victorias, cinco de visitante. Es un dato abrumador, que confirma la revolución del Napoleón del Gran Canaria. Empeñado en hacer historia tras un inicio catastrófico. Los números de Carrión, cero victorias, tres empates y seis derrotas, en las primeras jornadas, fue el peor despertar en la máxima categoría de la UD. Jamás se había plantado en la novena fecha sin besar una alegría. Del desplome a la eternidad. Del comienzo más bochornoso a una exhibición de poderío. Cabe buscar el techo de un equipo que se ha convertido en especialista para derribar todos sus complejos. Lo del síndrome del chárter ya es cosa del pasado.