La tormenta perfecta asola a la UD de los récords

Paco Cabrera 27/03/2023

Buenos días, legionarios del Lamborghini.

La UD es un manojo de nervios. La ansiedad se ha colado en el corazón de la caseta de los titanes de García Pimienta. Una victoria en las últimas seis jornadas, ante la SD Ponferradina (2-0), y se suma un mes sin ganar. A falta de nueve duelos ligueros, y cinco serán ante rivales directos por el ascenso, hay motivos para la reflexión. Las Palmas ha perdido la alegría y la precisión. El lunes 3 de abril y desde las 20.00 horas en el Carlos Belmonte, la UD más desdibujada visita al Albacete Balompié de Maikel Mesa en un duelo capital. La madre de todas las contiendas. Terceros en la tabla, la renta con el segundo -el imparable Granada- ya es de dos puntos. La SD Eibar, líder, aventaja en cuatro a los amarillos, que permanecieron 24 jornadas entre las dos primeras plazas. Eran los tiempos de la apisonadora. A ese registro, cabe sumar la condición de campeón de invierno y el meritorio dato de 19 porterías a cero. Valles incluso batió el récord de imbatibilidad de la historia de Las Palmas. Pero ayer, ante el Sporting, explotó la arista gris de los grancanarios. Veinte remates a portería y solo un tanto de penalti de Jonathan Viera. Un gol anulado a Moleiro y un torrente de dudas.

Pimienta, igual que ante el Tenerife en el derbi del bochorno, realizó tres cambios en el minuto 46. En el Heliodoro, entraron y de una tacada: Florin, Fabio y Kaptoum. Ayer, Marvin Park, Enzo Loiodice y Marc Cardona saltaron como revolucionarios. Gen radical.

Queipo adelantó al Sporting de Miguel Ángel Ramírez (18') y la UD empató en el 62' con un tanto de Viera desde los once remates. El mejor fue el lateral del Real Madrid, que se apropió de todo el costado y fue una amenaza gigante. Sandro Ramírez y Álvaro Jiménez, que entorpeció a Marvin, completaron la nómina de opciones desde la recámara. Por acumulación de efectivos y tonelaje ofensivo (20 remates en los 90 minutos), los de Pimienta merecieron los tres puntos para sepultar la crisis del marzo negro. Pero Cuéllar, el infortunio y disparos a los nubes dictaron sentencia. El Mesías hizo el mejor análisis y culpó al nerviosismo. En los metros finales, se apaga la luz. 

¿Por qué se ha caído el equipo amarillo? ¿A qué factores se puede achacar esta recesión futbolística? ¿Se trata de un factor anímico? ¿Es de índole físico? El primer elemento es la pérdida del rigor defensivo. Tres partidos recibiendo goles. Siete dianas encajadas en los últimos 270 minutos de la competición doméstica. Sidnei firmó un partido redondo y fue ovacionado. El gol de Queipo, un golazo, vino acompañado de un despiste de Álex Suárez en la marca. Además, el de Tamaraceite no sube ni encara. La irrupción de Marvin Park cambió el rumbo del encuentro y desestabilizó todo el engranaje defensivo gijonés. Fabio suplió a Nuke de inicio y estuvo correcto. Lo de Kaptoum suena a experimento. El ex del Barça y Betis apenas participó en la finalización, no generó peligro y se fue de puntillas. Nada de nada. La UD combina y mantiene la posesión, pero en la parte del campo más inofensiva. Le falta pegada. Los goles de los delanteros no llegan. Se añora la pegada de Marc Cardona, Sandro y Loren Morón. En el caso de este último, el marbellí sigue desconocido. Lleva un tanto y su involución es incontestable. Le cuesta adquirir el estado de forma preciso y el olfato. Moleiro dio una exhibición de control y regates. Pero sigue divorciado con el éxtasis del gol.

Pimienta acertó con los cambios. No le quedaba otra. Pero una vez más, como ya pasó ante el CD Leganés y Andorra, la UD no pudo ante un rival en inferioridad. Cuando el Sporting perdió a Marsà por la expulsión, el dominio fue brutal. Pero no llegó el gol. Han volado 18 puntos en el Gran Canaria y la situación es delicada. El playoff está garantizado, aunque no es matemático, pero hay síntomas de depresión. Pérdida del rigor físico y un escudo previsible. Marvin y Álvaro Jiménez reclaman su titularidad.

Sandro es otro actor clave en este acto de resurgimiento. Albacete debe marcar el punto de inflexión en el momento preciso del calendario. Acabar con esta dinámica negativa de una victoria en seis jornadas es fundamental. Adiós al marzo negro. Un mes sin ganar. El crédito sigue intacto, pero ya no quedan reservas en la despensa. Despertar, recuperar el tono físico y llegar como motos al tramo final. Nueve finales, nueve pasos hacia la eternidad. No se puede regalar el ascenso directo. Cabe recordar que la UD tiene que visitar al Granada y Eibar. Es la tormenta perfecta, pero la UD ha demostrado estar capacitada para lo imposible. 

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