Paco Cabrera
25/10/2023
Radiografía a Luis Helguera. Nueve fichajes y únicamente dos con el rango de titular indiscutible. Esclavos del síndrome de pólvora -seis tantos en diez combates- y la fiabilidad del antiguo régimen. Con el segundo tope salarial más bajo de la Primera División -unos 31 millones-, la revolución en los despachos no se percibe en la UD Las Palmas. Aún no ha explotado. Restan 28 jornadas, queda tiempo para verlos florecer.
Solo Mika Mármol y Julián Araujo pueden ser considerados intratables en la partitura táctica del barcelonés, que con once unidades tiene cinco de renta sobre los puestos de descenso. A los que se podría sumar Javi Muñoz, ante la situación de Jonathan Viera -no fue convocado en la última jornada liguera por decisión técnica- como pieza de primer orden en el nuevo ecosistema.
En relación a los pistoleros, no terminan de ver la luz. Devorados por la maldición. Munir El Haddadi, Sory Kaba y Cristian Herrera no han visto portería. La capacidad realizadora (6) es cosa de viejos escuderos como Jonathan Viera Ramos (2), Marc Cardona (2), Kirian Rodríguez (1) y Saúl Coco (1). El gran momento de forma de Álvaro Valles ha provocado que Aarón Escandell aún no haya debutado en duelo oficial. Lo hará en Copa del Rey el próximo martes 31 de octubre ante el CD Manacor de la Tercera RFEF. ¿Alcanza el aprobado Helguera?
Por ahora, necesita mejorar. La adquisición con más rodaje es Munir (749 minutos). Encadena nueve titularidades y en la última jornada quedó marcado por su fallo desde los once metros ante el Rayo Vallecano. Ha participado en todos los encuentros, únicamente ante el Mallorca, en la primera fecha liguera, como revulsivo. El internacional marroquí llegó con el visto bueno y el sello personal de Pimienta. Lo dirigió en la factoría del FC Barcelona y el ex del Sevilla o Getafe prometió trece dianas en su presentación.
La confianza ciega de Pimienta no se ve refrendada en el verde. Además, cabe recordar que la UD pagó 1,5 millones para hacerse con el 70% de los derechos federativos de Kaba. Un culebrón de dos meses de duración que tampoco se traduce en goles para Las Palmas.