Paco Cabrera
17/04/2024
Alberto Moleiro y el plan de blindaje total de la factoría de Ramírez. El '10' de la UD elude pronunciarse sobre su ampliación contractual -finaliza en 2026- y la nueva táctica del principal ejecutivo para retener a los activos tras lo acontecido con Sergi Cardona -que ha jugado en este curso sin estar atado-. Además, insiste que el toque y credo 'pimientista' sigue siendo la única vía para volver a sonreír. El cuadro amarillo lleva una victoria en las últimas diez jornadas de competición. Encadena cuatro derrotas y acumula 393 minutos sin ver portería.
"No viene a cuento ahora hablar de mi renovación", así despachó la cuestión vinculante con la nueva política de Ramírez de renovar o vender a todos aquellos jugadores que afronten su último año. Se trata de evitar más casos como Sergi Cardona, que saldrá del club amarillo y que desde enero puede firmar con cualquier equipo.
A la hora de hacer autocrítica, ante la falta de resultados, el tinerfeño viaja al pasado. Todo va por rachas. El instante más crítico del curso no tiene impacto en la tabla, ya que los amarillos cuentan con doce puntos de renta sobre el pozo del abismo.
"Va por momentos. Al principio de temporada estábamos mostrando nuestro mejor fútbol. El otro día expulsan a Coco [ante el Sevilla] y contra el Barça fue a Valles. Nos vemos obligados a cambiar la idea de juego sobre la marcha. Pero estamos tranquilos, no hay que volverse loco por no ganar".
Deja destellos en Primera, en el curso de su estreno, y bajo la mirada del seleccionador nacional De la Fuente -que estuvo en el palco del Gran Canaria el pasado domingo ante la visita de la formación hispalense-. "Me voy sintiendo más cómodo en el campo y estoy en pleno proceso de aprendizaje todavía (...) Me siento cómodo por dentro. Creo que es donde puedo explotar más mis virtudes. En banda me divierto mucho, pero estoy a disposición del míster. Por jugar como si es de lateral".
Toca visitar a un Celta de Vigo necesitado (sábado, 13.00 horas, Municipal de Balaídos) y será un rival que clone formatos defensivos como el del Sevilla o Almería. Aglutinar y acumular efectivos en el área rival. "Es un partido más. Va a ser muy complicado. Si hay que atacar por las bandas, pues lo haremos. Pero vamos a ser nosotros mismos". Nuevo guiño a un estilo que comienza a dar síntomas de descomposición.
Sobre la salud y el ánimo del vestuario, vuelve a tirar de catálogo. "Estamos tranquilos. Sabíamos que íbamos a tener una mala racha. Hay que darle valor a lo que hemos conseguido en la primera vuelta, fue muy bueno. Hay que seguir siendo nosotros y no perder nuestra identidad". En relación a la falta de gol, insisten en la defensa a ultranza del tiqui taca. Nadie puede escaparse del régimen del toque. No caben los herejes en el reino de Barranco Seco. La única vía, como demuestra el verso de Moleiro, pasa por el toque y la posesión. "Va a ser muy duro porque se están jugando el descenso. Ellos querrán salir a apretarnos, a meter gol porque están necesitados. Nosotros debemos tapar sus virtudes (...) Los últimos partidos, excepto el Almería que creo que tuvimos bastantes ocasiones, hemos gozado de menos oportunidades de marcar. Pero hay que seguir siendo nosotros y así van a llegar las victorias, así como todas las ocasiones de gol".
Aclara que abandonó la última relación de citados por "prevención" y que ya figurar en la prelista de los Juegos es un "orgullo". "Estar en esa relación con Mika es un orgullo para mí. Ojalá podamos ser elegidos".