Paco Cabrera
12/11/2023
El bautizo del ‘10’ y la gasolina de una UD insaciable. Alberto Moleiro (Santa Cruz de Tenerife, 20 años) ha precisado de 121 minutos para estrenarse como realizador en Primera -Pedri necesitó de 344 minutos con el FC Barcelona-. La película de un suplente internacional de lujo que se presentó al planeta con un derechazo de oro en El Sadar. El lingote del artista. Con 85 partidos con la UD Las Palmas, el tinerfeño alcanzó en el feudo rojillo la consagración definitiva. Colecciona elogios y está listo para soportar la presión que exige cargar con el trono.
Fue un soberbio derechazo para la posteridad con el traje de Jonathan Viera Ramos. Tras un primer tiempo pragmático, el ‘10’ apareció como el salvador para firmar el 0-1. El éxtasis duró cuatro minutos, el tiempo en el que llegó la respuesta de Budimir -con la desafortunada colaboración del central Saúl Coco-. Controló el esférico, conducción y golpeo desde la frontal para sorprender a Herrera. Se hizo el silencio en la guarida de Budimir y Moi Gómez. Así se silencia el infierno. En su cuarto duelo en LaLiga EA Sports, y con una sola titularidad (ante el Atlético alcanzó el sobresaliente), había llegado el momento de ajusticiar rumores y expectativas. Fue criticado el pasado curso por su falta de pegada (no vio portería) y recayó de una lesión muscular -el particular vía crucis tras sentir un pinchazo en el Red Bull Arena que se estiró del inicio de agosto al 22 octubre ante el Rayo Vallecano-. La fecha de su estreno, la fecha en la que todo empezó a girar y girar.
La coronación de Moleiro llega en el momento de máximo rigor defensivo (doce goles encajados en trece contiendas). El club amarillo rechazó 25 millones por el tinerfeño en el pasado verano de 2022. La insistencia del Barça fue un clamor. El presidente Miguel Ángel Ramírez desveló la intentona frustrada.«Le necesitamos aquí para ser más grandes», valoró. Y la paciencia ha dado resultado. Ramírez acertó, Moleiro acertó y Pimienta lo expuso en el escaparate en el momento justo. El adecuado para firmar un tanto de época. Como el de Guayre a Reina en el Camp Nou, el 1 de abril del 2001.
La citada lesión muscular disparó la incertidumbre. Ahora, disfruta de un momento dulce tras su vuelta a la selección nacional sub 21 de Santi Denia. De los elogios de De la Fuente al papazo de la temporada. Con Kaba postergado a un rol secundario, sin el colmillo preciso, Moleiro se dedica a encender la luz. Aporta cordura y magia a un ataque con dos ausencias señoriales. Sin Viera ni Sandro, el tinerfeño carece de límites y agradece la confianza del estratega barcelonés. Nadie como Pimienta para abrir la puerta en el momento justo. Con 142 minutos en esta campaña 23-24, está llamado a convertirse en el activo franquicia de Las Palmas. Lo hace desde la naturalidad y un punto de madurez sobrecogedor. A sus 20 años, parece un veterano.
Para entender la dimensión de Moleiro (85 duelos de amarillo) solo hay que ver el resto de los integrantes de la España Sub 21. Veiga, Pablo Barrios, Fran Guerra, Fermín o Pablo Torre son los escuderos del ‘10’ en la Rojita. Un firme candidato al cetro continental.
El pasado 31 de octubre, en el pulso de la primera ronda de la Copa del Rey, el tinerfeño sepultaba su sequía realizadora ante el Manacor CF. No veía puerta desde el 21 de mayo de 2022 ante el Real Oviedo -un año y medio-. Un golazo en el Gran Canaria para guiar a los amarillos al playoff de ascenso. El mérito reside en que ahora vuela en solitario, sin la sinfonía del Mesías Viera. Tampoco figura Sandro. El gran socio de Moleiro es Munir El Haddadi. Una sociedad exquisita, que está barnizada en el oficio de Javi Muñoz y las variantes tácticas de Kirian.
En el fotograma del 0-1, Javi Muñoz limpia el campo de visión al correr hacia la izquierda y arrastrar a tres rivales. Le brinda el esférico en bandeja de plata y Moleiro patenta un disparo made in Nauzet Alemán. Cuando sale el cuero, ya late la certeza de que terminará en la red. Un Velázquez de pólvora. En el expediente del ‘10’, su estreno como realizador ante el Ibiza en el partenón de Siete Palmas (11 de septiembre del 2021) con la derecha tras aprovechar una asistencia de Pejiño. Luego firmó otro en Lezama, en esta ocasión con la zurda, ante el Amorebieta. Ante el Real Oviedo, sin dejarla caer, una volea de escándalo. A esta triple dosis, cabe sumar el logrado en Manacor, muy parecido al del Ibiza, y el que silenció el infierno rojillo. El último es el más bello y el de mayor cuota de dificultad.
Con un valor de mercado de cinco millones, la cláusula de Moleiro es de 60 millones. Al interés del Barça, cabe sumar el Atlético de Madrid y los equipos de la Premier. El pibe de oro. Capaz de fabricar goles imposibles. Desde la humildad y la inteligencia, ya es uno de los diamantes del latifundio Bellingham. Gol y citación con la Rojita. El ‘10’ es pura felicidad.