Misa recoge el guante de David Silva: la bandera canaria, defenestrada por una derrota y dueña del mundo
Paco Cabrera
21/08/2023
María Isabel Rodríguez Rivero 'Misa' (Las Palmas de Gran Canaria, 24 años) se coronó en el Accor Stadium de Sídney como campeona del mundo con la España de Vilda ante Inglaterra (1-0). La conquista de la supremacía femenina. Las Vilda girl's, con el tanto de Olga Carmona, estrena su palmarés tras deshacerse de la actual campeona de Europa. En el caso de la portera grancanaria del Real Madrid Misa Rodríguez, su historia guarda un enorme paralelismo con la de David Jiménez Silva -rey del mundo en Sudáfrica 2010-. Misa, tras jugar los tres primeros partidos de la fase de grupos, fue castigada con la suplencia por la cruenta derrota ante Japón (4-0).
La guardameta del Real Madrid dejó su portería a cero ante Costa Rica (3-0) y Zambia (5-0). El pulso ante Japón (0-4) marcó un punto de inflexión en la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda, a la que España acudía con el sexto puesto del ranking FIFA y tras superar la 'rebelión de las quince'. Misa no volvería a disputar ni un minuto más y llegó el turno de Cata Coll, titular en las victorias ante Suiza, Países Bajos, Suecia e Inglaterra. Por su parte, David Silva fue titular en la primera jornada de la fase de grupos del Mundial de 2010 de Sudáfrica, pero la derrota ante Suiza (0-1) le costó el puesto. Jugó 62 minutos en este estreno mundialista y solo volvería a gozar de protagonismo en las semifinales ante Alemania (con cuatro minutos). También participó en los Mundiales de Brasil (2014) y Rusia (2018).
De Misa a Silva. De Silva a Misa. La portera pasó por las filas del Femarguín. Con el dorsal '1' en esta Copa del Mundo de la reinvidicación, duró 270 minutos. Pasó por las filas del Atlético de Madrid y Deportivo para luego aterrizar en Valdebebas (desde la 2020-21). La crisis de las quince -un grupo importante de jugadoras de rango decidieron abandonar la Roja tras la última Eurocopa- la dejó como portera titular de España hasta que llegó el bombardeo de Japón. Poco pudo hacer en los cuatro tantos. Igual que Silva en el Soccer City, asumió la suplencia, hizo piña y festejó por todo lo alto, otro hito histórico para el deporte grancanario.