Paco Cabrera
11/12/2023
Del gesto de la pistola en Mendizorroza a los trece tantos encajados por Álvaro Valles. La actualidad de la UD baila al son de los récords y a una imagen que contó con la condena del Deportivo Alavés. El arácnido de La Rinconada se gana su espacio en la historia. La UD de la 23-24, la de los Picapiedra, luce los mejores datos defensivos en las 35 temporadas del club amarillo en Primera -ver gráfico del margen inferior-. Álvaro Valles, trece goles encajados en 1.440 minutos (16 jornadas), es el Zamora de LaLiga EA-Sports. El cuadro isleño, dirigido por García Pimienta, encaja un tanto cada 110 minutos.
No hay precedentes en el paso de la UD por el ático del balón de un dato como el de Valles, que secundado por los defensas más utilizados como Mika Mármol, Saúl Coco, Álex Suárez, Julián Araujo o Sergi Cardona, permite rentabilizar al máximo los 14 goles a favor. La formación pío pío es la segunda menos batida tras el Real Madrid de Ancelotti (10 dianas).
La victoria ante el Deportivo Alavés en Mendizorroza (0-1) permite a los amarillos contar con 24 puntos en el kilómetro 16 del campeonato liguero. No es el mejor dato, ya que en la 78-79 (26 puntos), 77-78 (25), 68-69 (29) y en la 67-68 (27), la UD disfrutaba de una posición más cómoda en la tabla -si aplica el cambio de la victoria de dos a tres puntos para mantener el mismo criterio-. Pero en lo referente a los goles encajados, no hay color. Larga vida al monarca de los reflejos, Valles, que dejó una parada ante el remate de Kike García milagrosa en el último suspiro en Mendizorroza. El Alavés-UD fue la primera ocasión en que los amarillos dejaron su portería a cero bajo el rol de visitante.
El 0-1 del pasado sábado dejó varias imágenes ajenas al juego limpio. Del clásico cántico del 'pío, pío pum pum' al gesto de la pistola. El mal gusto que provocó una disculpa de un club centenario. El comportamiento de un sector de la afición del Deportivo Alavés en el Estadio de Mendizorroza, que simuló los gestos de una pistola al grupo de fieles amarillos -ubicados en una esquina del recinto-, generó la condena inmediata del club babazorro a través de su página web.
El cántico 'pío pío, pum pum' se puso de moda en 1995 en la liguilla de ascenso a Segunda A ante el Deportivo Alavés. El 17 de junio de 1995, el Glorioso se impuso (2-1) en aquella cuarta jornada del playoff y Mendizorroza despidió a los amarillos, que no subirían, con el citado 'pío, pío pum pum'. 28 años después, en la segunda victoria amarilla en el feudo babazorro, se volvió a escuchar el cántico con gestos de varios seguidores alavesistas haciendo alegoría de un arma con la mano.
Al término del partido, con la tangana entre jugadores amarillos y blanquiazules, fue el instante de mayor tensión. No hubo incidentes graves ni fue necesaria la participación de los efectivos policiales. Bajo este ambiente de calma, todo quedó en "lo desagradable de la experiencia", como relata uno de los fieles amarillos que vieron el encuentro.