Paco Cabrera 21/04/2023
Buenos días, legionarios del Lamborghini.
Final de finales. La UD, en el peor momento de la temporada y en el ciclo Pimienta -una victoria en siete jornadas y once goles encajados en las últimas seis contiendas como el más batido de la categoría junto al Ibiza con una cuota de 1,83 tantos por pulso- recibe mañana al Levante UD en el Gran Canaria (17.30 horas, #Vamos) sin Jonathan Viera -sancionado-. Ubicados en la tercera plaza (62 puntos) y a dos unidades del segundo Granada, cortar la sangría de tantos recibidos conforma la principal pioridad para Xavi García Pimienta.
Vitolo, Florin Andone y Óscar Clemente amplían la nómina de ausencias, para un equipo que no gana en el partenón de Siete Palmas desde el 26 de febrero ante la SD Ponferradina (2-0). En sala de prensa, esta mañana, el preparador barcelonés califica la contienda como "el más importante de la temporada". Por fin, se percata de la gravedad del asunto. Acabar con la coladera y el 'síndrome de la torrija' son elementos capitales para recuperar el crédito perdido. Un nuevo naufragio de local, el cuarto de forma consecutiva, obligaría a pensar en asegurar cuanto antes el 'playoff' de forma matemática y deja la figura del técnico muy erosionada.
Portería a cero y explorar nuevas vías tácticas. "Jugar en largo", llegó a valorar el preparador amarillo hace unas horas, en una evidente renuncia a sus principios. No le quedaba otra. La UD es previsible y abusa del control estéril. La posesión inútil y una puesta en escena lapidaria -las primeras partes ante Tenerife, Albacete y Granada fueron un desastre- conforman un lastre millonario. Todo debe cambiar ante el Levante de Calleja, que también nada en la melancolía con una victoria en siete partidos. Historia de un nuevo amanecer. La vuelta de Fabio González y Eric Curbelo parecen cantadas, así como la reubicación de Alberto Moleiro en el centro del ataque grancanario. Ejerciendo de Viera.
De la final de finales al 'caso Joel Domínguez'. El juvenil de la UD Las Palmas de 18 años, condenado por un delito de violencia de género, a 40 días de trabajo para la comunidad y un año de alejamiento de su expareja, a la que golpeó -la sentencia se hizo pública el 7 de marzo-, regresó el pasado miércoles a la Ciudad de la Justicia.
En este ocasión, por un presunto delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento. Cruce de denuncias y apertura de diligencias del juez. Hay 'testimonios contradictorios'. La exnovia, menor de edad, y su madre aseguran que Joel mantuvo contacto por las redes sociales e incluso por vía directa con la adoldescente en un céntrico parque de la capital grancanaria. El futbolista lo niega de forma tajante e incluso presenta tres denuncias. Una es a la joven, por acoso -fue a la casa del deportista-, y la otra a la madre de ésta por 'amenazas e insultos' desde una cuenta de red social. Todo está menos del juez. La UD ofrece su equipo de psicólogos para la atención del joven, que teme por su integridad física. Fue apartado por el club y no ha vuelto a jugar.
El club grancanario, tras condenar el primer acto violento, pone todos sus medios para la reinserción del delantero. Esta historia ha despertado una enorme controversia en las redes. ¿Hay que expulsarlo del club deportivo? También ha generado un caldo de cultivo peligroso. El único veredicto que cuenta es el de su Señoría, arropar a la joven y garantizar los principios básicos de la Justicia.