Paco Cabrera
02/06/2023
Saludos cordiales, legionarios del Lamborghini.
Seis días después de la conquista de los cielos, no hay noticias de la renovación del preparador García Pimienta. Los tiempos los marca una UD Las Palmas que afronta la reconstrucción de un proyecto con de nueve a diez fichajes en la recámara. Lifting completo. Un portero, dos laterales, un central, un artista en la medular, dos extremos y dos delanteros para empezar. Arde el fax de Pío XII en la confección de un proyecto que cuenta con un marcado acento canario. Jonathan Viera, Benito, Fabio , Alberto Moleiro, Kirian Rodríguez, Álex Suárez, Eric Curbelo y un Saúl Coco con ofertas para salir a modo de traspaso récord. Ingredientes de un salto de categoría barnizado con toneladas de drama. El asunto del zaguero de Santa Brígida se afronta en las próximas fechas, tras la ampliación contractual de Pejiño con el ascenso.
¿Y el tema Pimienta? ¿Qué falta? Miguel Ángel Ramírez avanzó en la Basílica de Teror que el estratega barcelonés cuenta con un 1+1 -un año y otro opcional-. Falta la firma y el anuncio de un protocolo que no debe presentar complicaciones. La tardanza -ya va casi una semana tras besara la eternidad- evoca al culebrón del siglo con Quique Setién. El propio preparador cántabro mandó una sincera felicitación a los amarillos. Un emperador de la pizarra con el corazón pío pío.
El tiempo es una de las armas de la UD. Negociar desde la pausa y la mesura. La cortina de la relajación. Esperar el momento preciso. La cantera es la bandera del equipo representativo del Archipiélago con un Tenerife en su espacio natural: la Segunda División. Se cumple el domingo un año de la eliminación ante el cuadro tinerfeño en el Gran Canaria y en la vuelta de las semifinales del playoff (4 de junio). 365 días para instalar la rutina de la eternidad. Un ascenso que precisa de la consagración de un proyecto por un espacio amplio. Alcanzar los diez años consecutivos en el cielo. Que no sea algo efímero. Es el reto de la legión de Ramírez.
