Paco Cabrera
08/08/2023
Una imagen de otro siglo. Lejos de la cibernética. Colas infinitas por el carné físico de abonado ya pagado. Y a más de 30 grados. Lo nunca visto. Entre lo insólito y disparatado. Faltó tacto con el sufridor de la UD en el inicio de la semana grande. La marea amarilla, que alcanza los 25.000 socios en una respuesta insólita, conforma el mejor fichaje. Alta galáctica. Este sábado, desde las 18.30 horas, vuelve el fútbol al Gran Canaria 77 días después de la conquista de los cielos en el partenón de Siete Palmas ante el Deportivo Alavés (27 de mayo). Se alza el telón ante el RCD Mallorca del mexicano Aguirre y del gigante Vedat Muriqi. El último episodio de la liga de las estrellas se remonta al 19 de mayo del 2018.
Tras cinco años, dos meses y 21 días después -el 19 de mayo de 2018 firmó el epitafio bajo la deshonra ante el Girona FC y con 6.362 almas en Siete Palmas-, vuelve el glamour de LaLiga EA Sports. Lo hace con 21 licencias profesionales -falta por hacerse oficial el alta de Mika Mármol como séptimo alta- y en una lucha titánica contra el reloj para hacerse con tres refuerzos más. Se busca un nueve, un central y un mediocentro para completar el plantel de García Pimienta. Óscar Pinchi, con contrato hasta junio de 2024, no cuenta y el lateral Julián Araujo luce dorsal del filial.
El 22 de agosto de 2015, bajo la dirección del técnico catalán Paco Herrera, los amarillos retornaban al ático del balón tras trece años en el infierno -once en la categoría de plata y dos en la extinta Segunda B-. En aquel proyecto, había una legión de nueve debutantes de la factoría como Dani Castellano, Simón, Tana, Roque Mesa, Vicente Gómez, Raúl Lizoain, David García, Hernán Santana y Javi Castellano -que se lesionó de gravedad en la rodilla en el recinto colchonero y dijo adiós al resto del curso-.
A esta legión de platanitos, veteranos ilustres y curtidos en la élite como Jonathan Viera Ramos, Aythami Artiles Oliva, Jerónimo Figueroa Momo, Juan Carlos Valerón, Nauzet Alemán y el lateral Ángel López. Con el despido de Herrera, Quique Setién recuperó la plasticidad del toque. Una propuesta pimientista. Hay motivos de fe y elementos para el paralelismo. Dos proyectos gemelos.
La derrota ante el R. B. Leipzig vale de faro. La luz de los despistes fatales. Perder el balon en la zona prohibida le costó carísimo a Kirian Rodríguez. Javi Muñoz fue el mejor y Álvaro Valles dejó varias paradas de mérito. Hay un debate abierto en la portería. El de La Rinconada o Aarón Escandell. El resto del once para el pulso ante el Mallorca será muy similar al del Red Bull Arena. Pendientes del nueve tanque, de un mediocentro y de otro central. Falta mucho, pero ha llegado la hora de la ilusión y de los 25.000 benditos, que merecen recibir el carné en su domicilio como marqueses y con un ramo de flores.